Víctor Galtier (1846-1908). Graduado en la Escuela Nacional Veterinaria de Lyon (1868-1872), fue el primer titular de la Cátedra de Patología de enfermedades infecciosas de dicha Escuela.
En 1879, fue el primero que mostró la existencia del virus rábico en las glándulas salivares, mediante la inoculación de virus en un conejo partiendo de la saliva del perro infectado, comprobando antes que Pasteur la duración del período de incubación.
Como nos recuerda, Antonio Arenas, en su discurso de ingreso como Académico de número de la RACVE, Galtier abrió caminos importantes en la profilaxis antirrábica, pero la fama de Pasteur eclipsó su figura. En un banquete de 1885 ofrecido por los veterinarios sanitaristas, el propio Pasteur pronunció un discurso en el que elogió el progreso logrado por la veterinaria y finalizó con la siguiente frase «creedme, señores, el secreto para dar a vuestra profesión el lugar que se merece está en tener siempre a la cabeza una élite de maestros y sabios».
Como sucede tantas veces el reconocimiento de sus méritos llegó tarde. El Karolinska Institutet lo propuso en 1907 como candidato al premio Nobel de Medicina de 1908. Desgraciadamente nuestro colega francés falleció el 24 de abril 1908, por lo que no se le pudo conceder el titulo porque el Reglamento de los Nobel exige que los honrados estén vivos en la concesión. Fue la primera ocasión que un veterinario estuvo a punto de conseguir la gloria del Nobel.
Cortesía Dr. Diego Conde.