La historia de los rayos X comienza con los experimentos del científico británico William Crookes, que investigó en el siglo XIX las propiedades de ciertos gases al aplicarles descargas de energía. Estos experimentos se iniciaron en el año 1875 y se desarrollaron en un tubo vacío con electrodos para generar corrientes de alto voltaje. Él lo llamó tubo de Crookes.
En el museo de veterinaria militar se puede contemplar este interesante objeto, precursor de los modernos rayos X, que emitía fotones en todas direcciones.
Museo de Veterinaria Militar.
Cortesía Dr. Caparrós