Nuestro afamado corresponsal multitarea, el Dr. Diego Conde, además de sus intervención en el pasado congreso de Orense, donde, por cierto, vimos reflejado el logo de Amigos de la Historia Veterinaria (muchas gracias) tuvo tiempo y ganas de remitirnos la crónica que comparte ahora con nosotros y que naturalmente agradecemos, especialmente al desvelar críticamente algunas cuestiones mejorables, que dejamos abiertas a la polémica. Nuestro agradecimiento por la crónica, y especialmente por los aspectos destacables para bien o para mal.
PASOU O DÍA, PASOU A ROMARÍA. IMPRESIONES DEL CONGRESO DE OURENSE
Con un tiempo formidable, cosas del cambio climático, la ciudad de Ourense acogió el pasado fin de semana a más de un centenar de asistentes en la habitual cita anual que supone el Congreso Nacional de Historia de la Veterinaria. Un Congreso que sirvió nuevamente de punto de encuentro de los Amigos que no desaprovecharon la oportunidad para ponerse al día y disfrutar de las otras bondades de las tierras galaicas.
Después de la divertida y didáctica visita turística por la ciudad de la Burgas, y el protocolario acto de inauguración del Congreso con las autoridades locales y autonómicas, se dio paso al discurso inaugural que corrió a cargo del Amigo Dr. Ponte. Sus palabras pusieron de manifiesto como la idea una sola salud, no es un concepto nuevo, sino que nace de los vasos comunicantes que la medicina y veterinaria han tenido a lo largo de la Historia. Necesario binomio que sirvió y sirve para el avance de la salud humana y animal.
Tuvimos también la oportunidad de escuchar ponencias que marcaban el lema y eje del Congreso como fue la disección del alma de Xavier Prado “Lameiro” con Delfín Caseiro o el estudio sobre los Uros de Amalia Vidal Gorosquieta.
El congreso contó con un buen número de charlas que fueron explorando diferentes aspectos de la historia de la profesión. Desde el estudio de representaciones animales en el arte rupestre hasta la aplicación de modernas técnicas a cuestiones como la domesticación, evolución de especies o arqueozoología. Comunicaciones novedosas como la aplicación de la fotografía histórica para la referenciación de especies, la revisión de las primeras alertas por anisakis, las indagaciones en torno a la figura de Tomás de Aldevó, los animales en la pintura de Zurbarán o la revisión hemerográfica como la que se hizo de la revista Ganadería, entre otras muchas son fiel reflejo del enorme y minucioso trabajo que hay detrás de estas comunicaciones.
El congreso también sirvió para recoger nuevas aportaciones sobre figuras como Francisco de la Reyna, Antonio Córdoba Torres, Rafael Castejón, Juan Téllez y López, Miguel Bezares o Sanz Egaña, entre otros.
Uno de los aspectos que debemos tener presente para futuros congresos, es la escasa participación de nuestros Amigos Iberoamericanos. Con apenas tres comunicaciones, es preciso valorar el enorme mérito que tiene su contribución. Quizás sea necesario hacer un esfuerzo que facilite y refuerce la presencia física de estos ponentes, de manera que mantengamos nuestros lazos allende los mares.
Un momento destacado del congreso fue la cena de gala, en la que el Amigo Dr. Etxaniz recibió la merecida medalla Quirón. Con un discurso fresco, empapado de todo el ingenio y carácter al que nos tiene acostumbrados el Dr. Etxaniz, el acto sirvió para reconocer el enorme trabajo que nuestro Amigo viene realizando por la Historia de la Veterinaria. Nunca es tarde si la dicha es buena.
Otra de las cuestiones que se debería tener en cuenta para próximos congresos, es que nuevamente se colaron en el programa comunicaciones que poco o nada tienen que ver con la historia de nuestra profesión. Con la excusa de buscar una mayor transversalidad y dar acogida a propuestas que en otros foros tienen poca cabida, la entrada en estos últimos años de este tipo de trabajos, está desvirtuando la esencia de lo que debería ser el motivo común de seguir profundizando en el conocimiento de la historia de la veterinaria. Cuestión que urge revisar, máxime cuando va en detrimento del tiempo y espacio que debieran ocupar otras exposiciones que realmente si son la razón que nos reúne. Esperemos que se tenga en cuenta.
Sabiendo de las dificultades que tiene organizar un evento como este, hay que reconocer todo el trabajo realizado que permitió que saliese adelante un nuevo congreso. Y ya van 28. Ahora a por el próximo.
Apertas dende o Finis Terrae.
Excelente crónica.
Allí estuvimos y damos fe al 100% de la veracidad de lo que dice Diego. Hay algunos temas recientes divilgativo- periodistico que no caben por su modernidad en un congreso de historia. Otros hablan de animales como podrían hablar en un congreso de prehistoria, arte o biologia. Tanta transversalidad va a matar a La historia.
GRACIAS Dr Conde por esta crónica que he seguido con atención. Muy de acuerdo,
menos transversalidad y más historia. Modifiquemos las normas y centrémonos en Historia pura y dura.