En estos días, hay una curiosa exposición en el palacio de la Lonja, en Zaragoza, que recoge fundamentalmente el tiempo en que Goya residió en Zaragoza, y por tanto los lazos que le unen a la ciudad.
La exposición está dedicada a su vida, sus relaciones sociales, su familia, etc. todo ello explicado de una forma amena y fundamentalmente dedicado al gran público. De esta manera la afluencia es masiva porque hay mucho que mirar y algo menos que ver.
Iniciándose en sus primeros años, se puede leer la transcripción de una carta a su amigo Martín Zapater de 1786, donde se refiere a su perro “Gitano”, que estaba en manos de su albéitar, aceptando posteriormente la eutanasia del mismo, debido posiblemente a su avanzada edad.
No me he resistido a traeros esta pequeña noticia recabada en la exposición, que en todo caso revela que algunos albéitares prestaban cuidados a los perros en el último cuarto del siglo XVIII.