Como anunciamos, tras la inauguración de la exposición de la que ya dimos cuenta, nos hemos personado en la misma para apreciar y transmitiros los detalles.
Y lamentamos decir que el pronóstico se cumplió. En primer lugar se trata de una sala modesta, dado el abundante espacio que tiene el centenario edificio, que, a modo de ejemplo, contó con una sala mayor en aquella ocasión que informamos sobre el modelo de caballo de Azoux. En segundo lugar su contenido es, sin duda, vistoso para el común de los mortales, pero demasiado reducido para el connaisseur.
Modelos en papel maché, la carpa de Azoux (en otra vitrina), un par de microscopios, algunas piezas de instrumental variado, algunos libros poco relevantes, material vetusto de laboratorio, y los fondos del Tribunal del Protoalbeitarato de Aragón, que estaban depositados en la Facultad, y actualmente descansan en el archivo histórico de la UNIZAR.
Creo justificable la crítica institucional, en cuanto a lo que parece poco interés, sin menoscabo (en absoluto) de la labor del comisario de la exposición, el profesor Juan José Ramos Antón, verdadero artífice y experto en historia de la veterinaria, conocido por todos, quien no parece haber contado con mucha ayuda. Y, a destacar, el panel cronológico desarrollado por él, que preside la portada de la noticia.
En fin, nos hubiera gustado que los próceres de la Facultad de Zaragoza nos hubiesen dejado gustar del orgullo que han debido sentir los colegas de la Facultad de Córdoba, en tiempo, despliegue y forma. Pero algunos para el segundo centenario ya no estaremos.
El profesor Ramos detalla la exposición en el siguiente VÍDEO.
Miliario de cartón indicador de la exposición
Aspecto general de la sala de la exposición y su contenido
Retratos al óleo de los tres rectores profesores de la Facultad de Veterinaria