Lamentablemente no es un homenaje a las Ciencias Veterinarias, sino que forma parte de un grupo escultórico erigido al Dr. Félix Cerrada (1857-1928), alcalde y médico zaragozano, a quien la ciudad rindió homenaje en 1929, costeado por suscripción y a iniciativa del Colegio de Médicos de la ciudad, un monumento en su recuerdo.
En palabras de David Giménez, “Se trata de un monumento sencillo, de dimensiones modestas, formado por dos pedestales de piedra de distinta altura, unidos por un murete frente al que se disponía una fuente. Corona el pedestal derecho, de mayor altura, el busto en bronce del homenajeado, plasmado en edad madura, barbado, togado.. Completa la obra la figura alegórica del centauro Quirón, maestro de Esculapio en el arte de curar y de Apolo en el de la música. Supone, por tanto, un hito por ser el inicio de la ciencia y del arte más espiritual, reflejo de las dos vertientes de la personalidad de Cerrada, en primer lugar la profesional, por considerarse el último médico de familia y, en segundo lugar, su carácter humano, cercano, consejero, tranquilizador como la melodía.”
Como curiosidad cabe decir que nuestro Amigo, el Dr. Ángel Salvador, en su etapa de boticario en Zaragoza le rindió homenaje al elegir este monumento como portada de su obra “El inicio de la Veterinaria en España”.
Para mayor información: ENLACE
Un grato recuerdo, por diferentes motivos, representa para mí el antiguo centauro Quirón del Parque Grande de Zaragoza. Lo localicé por Internet, la imagen en blanco y negro y la textura del colonizado granito me atrajeron de inmediato. Me puse en contacto con Rafael Castillejo, autor de la fotografía y zaragozano de pro, que me brindó una copia con mayor resolución y el permiso para la publicación, la única condición fue entregarle un libro cuando estuviese editado. Como en esos años yo estaba en Zaragoza, se lo entregué en mano cuando concluyó el acto que Rafael celebraba como moderador en una sala del Corte Inglés del Paseo Independencia. Me contó la ilusión que le hacía, más que por ser una fotografía de su autoría por el recuerdo implícito de su abuelo que en su niñez le llevaba a esa zona del Parque Grande. Durante varios años recibí sin falta una invitación mensual para acudir a alguno de los actos que organizaba siempre con temática de añoranza zaragozana.
Os agradezco el recuerdo. Y, como el año pasado, os doy la gracias por seguir patrocinando el único premio con temática de Historia de la Veterinaria.
Aprovecho el comentario del Dr. Salvador Velasco para reconocer, una vez más, que “El inicio de la veterinaria en España” es uno de los mejores libros a los que debe acudir quien se inicie en la historia de las ciencias veterinarias.
Aprovecho la ocasión para felicitar al Dr. Vives por el acierto del ‘faldón’ que figura al pie de la noticia. No es fácil sintetizar en unas pocas palabras una cabecera atractiva.
Un abrazo.
Dr. Caparrós