De la página web “Radio Ciudad de la Habana“, nos llega la noticia de la reciente apertura del primer museo cubano dedicado a la Medicina Veterinaria. Os la transcribimos a continuación a la par que nos alegramos de ese hito y felicitamos a los colegas cubanos (alguno de los cuales es seguidor de estas páginas).
He aquí la noticia:
La apertura en Cuba del primer Museo Nacional de la Medicina Veterinaria hace realidad el viejo anhelo, entre quienes asumen esta profesión, de disponer de un espacio donde mostrar el patrimonio histórico de la especialidad.
La institución está enclavada en la calle 15, número 1011, entre 10 y 12, en El Vedado, en el municipio de Plaza de la Revolución, en La Habana, donde el visitante podrá acercarse a los pasajes más trascendentales desde que en 1907 se fundara la primera escuela del ramo hasta la actualidad, pasando por hechos, figuras y momentos entrelazados con el bienestar, no solo de los animales, sino también de los seres humanos.
El museo lleva por nombre Doctor Antonio Martínez Arredondo, veterinario de profesión, y padre de la prima ballerina assoluta Alicia Alonso, quien hace dos años enalteciera con su presencia y frases de aliento, la inauguración de una sala, la cual, lejos de poner punto final al empeño de los directivos de la Asociación Cubana de Medicina Veterinaria (ACMV) Filial La Habana, incentivó los deseos de darle vida a una obra mayor.
Por tal razón hoy existen cinco salas de exposiciones permanentes y una itinerante, con varias piezas de inapreciable valor, como la brújula del primer veterinario mambí, documentos, fotografías, objetos históricos de ciencias naturales y de las artes plásticas, por ejemplo, los lienzos restaurados de los cinco padres fundadores, entre ellos el del Dr. Francisco Echegoyen, creador de la primera Escuela Libre de Veterinaria, quien puso a disposición su propia casa para formar nuevos profesionales.
Dayamí Cabrera González, directora del museo, comentó que allí están representadas todas las provincias del país; se exhibe la labor de los veterinarios en la zoología, el vínculo de estos con los biólogos humanos defendiendo el concepto de una sola salud; igualmente se destaca el protagonismo de las mujeres, el apoyo que diera la Asociación -fundada en 1908-, al proceso revolucionario, y de los mártires que dieron su vida a la defensa de la patria, como Juan Pedro Carbó Serviá, asesinado en los sucesos de Humboldt 7.
Fue creada, además, un aula museo dotada de los pupitres originales que fueron asiento de los estudiantes de la primera escuela, y en lo adelante serán ocupados por quienes acudan a recibir cursos, conferencias y otras propuestas científicas.
Muy atractivo resulta el recorrido visual al desempeño de la medicina dentro de los zoológicos, mediante fotos de épocas pasadas, así como también piezas de animales sometidos al proceso de taxidermia y liofilización.
No podía faltar el aporte de quienes impulsaron el desarrollo de la ganadería cubana a inicios de la Revolución y su acompañamiento a los programas liderados por el Comandante en Jefe Fidel Castro. Uno de ellos, el doctor Manuel Toledo, hombre imprescindible por su contribución a enaltecer el prestigio de la veterinaria revolucionaria, agradeció la iniciativa “que nos representa, nos permite recuperar nuestra historia, y revelar el rol de tantos valiosos compañeros”.
El museo tiene alianzas con la escuela primaria Ormany Arenado, donde existe un círculo de interés Cuidemos la Naturaleza, y también ampliará sus misiones a los técnicos medios, a la facultad de Medicina Veterinaria de La Habana, y a cuantos deseen adentrarse en la historia, identidad y tradición de una profesión vital.
Inaugurarlo ahora, a propósito del aniversario 111 de la Asociación, la más antigua de carácter gremial del país, no ha sido fortuito. Al decir de José Ángel Ramírez Oriyés, presidente de la filial La Habana, es una manera de reverenciar la rica historia revolucionaria y ratificar el compromiso con las nuevas generaciones.
Fuente: Tribuna de La Habana.
Felicito a los gestores de esta excelente idea.
Sería conveniente recordar que la necesidad de establecer una Escuela de Medicina Veterinaria en la isla de Cuba fue un hecho reconocido desde tiempos del gobierno colonial.
En 1857 la Sociedad Económica de La Habana presentó un proyecto para la creación de una Escuela de Medicina Veterinaria, el cual no cristalizó.
Tres décadas mas tarde, una Real Orden dictada por don Pedro Becerra, ministro de Ultramar, el día 27 de junio de 1890, creaba una Escuela de Veterinaria en la ciudad de Puerto Príncipe – provincia de Camagüey.
En el museo podría figurar una copia de la Gaceta de Madrid recogiendo este hecho histórico. En el Boletín oficial se plasmó la creación y organización, y aunque no llegó a buen término si es un referente histórico.
Con mis mejores saludos, reitero la enhorabuena.
Dr. Caparrós
Buen dia Dr,muy interesante su observacion ,pudiera enviarme una copia de dicho documento,se la hare llegar al museo
Aprovecho para enviarles nuestras mas sinceras felicitaciones por fin de año
La Gaceta de Madrid está completa y en abierto (https://www.boe.es/buscar/gazeta.php)
Puede usted descargar la página sugerida en esta dirección.
https://www.boe.es/datos/pdfs/BOE//1890/187/A00063-00063.pdf
Saludos cordiales
De nuevo doy las gracias al Dr. Vives por su pronta y generosa respuesta.
Creo, Dr. Moreno Lazo, que sería muy interesante este aporte para el museo, y en su libro de efemérides podría quedar recogida esa fecha como ‘pistoletazo de salida’ de lo mucho que vino después. El espacio creado entre 1890 y 1907 es un tracto que debe ser investigado por historiadores serios. No cabe duda que la Real Orden sensibilizó a las mentes más preclaras de la docencia cubana, para detectar la necesidad de crear, organizar y difundir la enseñanza de la medicina animal en la Isla de Cuba. Causas ajenas a la ciencia y la docencia impidieron que fructificase la iniciativa. El hecho histórico no se debe ocultar, al revés, engrandece y prestigia nuestra historia común.
Por otro lado me permito poner en su conocimiento que la organización y estructura docente en Cuba, durante el periodo de administración de la Corona, debió de ser importante y de cierta seriedad, pues profesores y catedráticos se desplazaban a Puerto Rico para examinar a los alumnos de los Institutos y Escuelas Profesionales del ámbito agrario, era como si de una revalida se tratase realizada por tribunales externos para reconocer los títulos que se impartían.
De nuevo mi felicitación por el nacimiento del museo de medicina veterinaria. Les adelanto que obtendrán frutos muy positivos.
Respetuosos saludos.
Dr. Caparrós