La verdad es que con esto de las orlas no se nos había ocurrido, pero el hecho es que nuestra propia orla (la de Cinta y mía) ya atesora 40 añitos, que se cumplen este año. Y, ¿por qué no? Dicho y hecho, aquí tenemos una orla poblada de ilustres veterinarios, que 40 años no son nada.
A ver si los demás os animáis….