La verdad es que, a pesar de haberlo utilizado múltiples veces en los últimos años, desconocía que John Glen, escocés y veterinario ya jubilado, había desarrollado el Propofol, en los laboratorios AstraZeneca, un extraordinario anestésico, fácil de usar, con un gran margen de seguridad y últimamente empleado por las estrellas del pop para drogarse. Se usa millones de veces al año en todo el mundo, en cirugía humana y veterinaria.
Nos hemos enterado gracias al blog de SCIENCE, donde se puede leer una entrevista realizada por la periodista Frankie Schembri.
Además de la importancia del premio (más de 87 premiados recibieron después un premio Nobel….), bien podría ser que dentro de poco otro veterinario recibiese el Nobel de Medicina o Fisiología. Méritos no le faltan.
Una vez más, nos faltan conocimientos de nuestra historia veterinaria.