Apreciados Amigos:
Entre 1643 y 1664 se utilizaron armas de avancarga, entre las que destacaron los arcabuces, que aunque de difícil manejo producían numerosas bajas entre la caballería. Los caballos sufrían heridas, contusiones, fístulas, desgarros, fracturas que debían atender con prontitud los mariscales que acompañaban a las fuerzas beligerantes, como así lo describen algunos libros de Albeitería de la época.
Comprender la vida castrense y quedar inmersos en la práctica y técnica de la caballería es parte de esta conferencia que nos sitúa en una época en la que todavía no se vislumbraba la creación y normalización de la enseñanza veterinaria, pero no cabe duda que estos acontecimientos bélicos trajeron de la mano la necesidad de preparar buenos profesionales de la medicina del caballo, como así sucedió años más tarde, para atender las necesidades de una potente caballería. Esta conferencia viene a enriquecer el acervo de las actuales Ciencias Veterinarias. Recordemos, una vez más, que el mariscal no vivía aislado, sino que era un hombre de su tiempo.
Para los que estéis en Madrid ahí va información de esta interesante conferencia.
Cortesía del Dr. Caparrós
Socio de “Amigo de los Museos Militares”