Como todos sabéis, el Amigo José María de Jaime Lorén es, además del experto en temas avícolas de esta web, un gran entusiasta de Calamocha, villa de la provincia de Teruel en cuya vida cultural colabora activamente desde el Centro de Estudios del Jiloca. Y nos comunica que dicho centro gestiona el Museo del Jamón que se inauguró el pasado verano,
Os dejamos a continuación sus palabras e imágenes, que seguro nos despertarán las ganas de visitar Calamocha y el museo.
Museo del Jamón de Calamocha
El Museo del Jamón de Calamocha abre sus puertas a los tesoros de la cultura popular aragonesa y su relación con uno de los productos estrella de la gastronomía española: el jamón. De reciente apertura, en agosto de 2017, ha querido sintetizar en su interior el saber hacer popular, la cultura de autoconsumo alimentaria y su máximo exponente, el jamón. Un destino rodeado de múltiples atractivos en la comarca de Jiloca.
Situada al noroeste de Teruel, la población de Calamocha y sus barrios ofrecen al visitante un rico y variado patrimonio cultural, etnográfico y natural dentro de la comarca del Jiloca. Una tierra idónea para perderse y descubrir las huellas de un pasado en el que a lo largo de la historia se asentaron culturas como la celtíbera, la romana, la árabe y la cristiana, que dejaron su impronta en los valiosos yacimientos, puentes, castillos e iglesias que a día de hoy son testigos del paso del tiempo. Los puentes romanos de Luco y Calamocha, y las torres mudéjares de Olalla, Navarrete y Lechago, todas ellas declaradas Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, son sólo algunos de los innumerables ejemplos. En esta comarca, además, podrás viajar a través del tiempo, desde el Museo de los Mares Paleozoicos a la época romana del yacimiento de la Caridad, pasando por el castillo medieval de Peracense hasta nuestra historia más reciente con las trincheras de la Guerra Civil.
La comarca del Jiloca ofrece también bellos parajes y entornos naturales incluidos en la Red Natura 2000, entre los que destacan la laguna de Gallocanta, un paraíso ornitológico célebre por las grullas, la sierra de Fonfría y Cucalón, los sabinares de Olalla y Navarrete, el valle del Pancrudo y sus centenarios chopos cabeceros, o sierra Menera donde se puede pasear por el barrio minero y sus minas a cielo abierto e imaginar la vida de sus trabajadores. La diversidad de ecosistemas de la comarca permite descubrir una amplia variedad de flora y fauna, además de una geología característica que ha hecho que gran parte del territorio sea merecedor de ser catalogado con figuras de protección a nivel europeo como LIC´s y ZEPA´s.
A todo esto hay que sumarle una excelente gastronomía. Esta comarca se caracteriza por sus excelentes embutidos pero podemos encontrar alimentos de calidad superior como el azafrán y el jamón, que bajo la denominación de origen Jamón de Teruel, es el indiscutible protagonista.
Cultura agroalimentaria
El Museo del Jamón de Calamocha está ubicado en un entorno idóneo, el polígono agroalimentario de la localidad. El edificio consta de más de 500 m² repartidos en dos espacios diferenciados que tienen su nexo de unión en el vestíbulo de entrada que recibe al visitante. Este vestíbulo recoge elementos de atrezo de la película ‘Jamón, jamón’, dirigida por Bigas Luna, catalán de origen turolense. Su viuda quiso ceder estos elementos cuando se puso el nombre del cineasta a la avenida donde se encuentra el museo.
El espacio del museo recrea una vivienda popular, dividida en tres plantas. En la planta baja el visitante podrá recorrer los espacios más funcionales de una casa tradicional: el zaguán, el comedor, la cocina, la despensa y las cuadras, al tiempo que descubre el modo de vida de nuestros antepasados en el mundo rural y las tradiciones populares. Todo este espacio está ocupado por piezas originales de la época, muchas de ellas cedidas por vecinos del Jiloca.
La segunda planta nos habla del jamón de Teruel, su denominación de origen, los transformados cárnicos y los procesos antiguos y modernos de salado y curado de jamón, así como la elaboración de embutidos y conservas. En esta planta también podemos visitar el aula didáctica destinada a los más jóvenes, con un taller dedicado a las medidas tradicionales, en el que se cuenta con las medidas de capacidad y longitud oficiales que se usaban antes en el municipio.
En la tercera planta encontraremos el agradable espacio del granero de la vivienda, en este caso destinado a sala de exposiciones. Un espacio diáfano concebido para poder realizar varias exposiciones al año.
Una visita guiada incluida en la entrada explica con todo detalle las costumbres más arraigadas de la población local, haciendo especial hincapié en la tradicional matacía para así poder compararla con los procedimientos más actuales de elaboración de productos cárnicos.
La parte más moderna del edificio, ubicada a la izquierda de la vivienda tradicional, acoge diferentes espacios dedicados a oficinas y un gran salón de actos. Es aquí donde el Centro de Estudios del Jiloca tiene su sede, compartiendo espacios con una magnífica biblioteca, un aula de formación, un centro de coworking y un moderno laboratorio químico y microbiológico. En definitiva, un museo y un centro de emprendimiento pionero que pretenden llegar a ser un referente del turismo y la cultura en la comarca del Jiloca.
Dinamizador turístico
Las funciones del museo son investigar, conservar y difundir tanto las piezas que alberga como los aspectos que puedan girar alrededor de las mismas. Para la disposición de la colección museológica ha sido necesario investigar en diferentes colecciones de piezas.
La conservación de estas piezas se ha visto garantizada mediante la restauración previa de las mismas. Además se va a realizar un seguimiento de su conservación, contando con restauradores que de forma cíclica puedan evaluar el comportamiento de las piezas expuestas.
Además de las visitas guiadas que se hacen al espacio museístico, el museo se dinamiza con un amplio programa de actividades anuales para hacer partícipe a la toda la población, compartiendo espacios como la sala de reuniones o el salón de actos con asociaciones, entidades y empresas relacionadas con el sector agroalimentario.
A estas funciones hay que sumar que, al ser un punto de visita con una amplia apertura destinado a un público de fuera de la zona, implica la necesidad de actuar como punto de información turística.
Como hemos visto, el Museo del Jamón de Calamocha trasciende su carácter de centro expositivo especializado en la cultura del jamón y se proyecta como un espacio de información y dinamización turística de Calamocha y de la comarca del Jiloca.
Por supuesto, la visita va acompañada de la correspondiente degustación de jamón-jamón.
Pilar Marzo Bachiller, José María de Jaime Lorén
Un artículo estupendo Cinta.
El museo del jamón es una visita obligada
Un saludo