Madrid, 8 de diciembre de 2017
Carta abierta a los miembros de la Veterinaria castrense
Apreciados componentes del Cuerpo de Veterinaria Militar, en su actual denominación de Especialidad Fundamental del Cuerpo Militar de Sanidad:
El día 8 de diciembre, entre otras efemérides, se celebra una muy principal, me refiero a la Inmaculada Concepción, Patrona del Cuerpo de Veterinaria Militar. Desde hace 76 años todos sus componentes, con profundas convicciones religiosas, fueron puestos bajo su patronazgo. Con este motivo, al cumplirse hoy el ocho de diciembre, vaya por delante mi felicitación a todos los componentes que conforman (y han conformado) la veterinaria militar ¡Muchas Felicidades!
Por otro lado conviene precisar que el año pasado, al acercarse esta misma fecha, recordaba con nostalgia esta importante efeméride. Para ello preparé un articulito que bajo el título «La Inmaculada Concepción sigue siendo la Patrona del Cuerpo de Veterinaria Militar» pretendía, por un lado, recordar ese día la festividad religiosa y por otro atraer la atención de los componentes de la veterinaria militar para señalar que la Inmaculada sigue siendo la Patrona del Cuerpo, y no la antigua patrona como muchos pueden creer. Las razones que aduje se pueden consultar en el siguiente enlace: https://historiadelaveterinaria.es/wp-content/uploads/Patrona-veterinaria-militar.pdf
Ha pasado un año y vuelvo a la carga. Debo reconocer que tantos años de celebración de nuestra Patrona con actos religiosos, lúdicos, sociales y militares han dejado su correspondiente huella en los miembros más veteranos. No es fácil olvidarlos. Al acercarse esta fecha recuerdo que se preparaba con ilusión la santa misa para orar por los fallecidos del Cuerpo (Cerca de 200 en actos castrenses), se organizaban competiciones deportivas y sociales. También había una formación militar en los patios de Armas de las antiguas Unidades y organizaciones de la veterinaria militar; el acto servía para rendir un tributo de admiración y respeto por todos aquellos que dieron su vida por España. Reconozco que los tiempos cambian.
Hoy con la nueva estructura, y sucesivas reorganizaciones, se han ido descafeinando, debilitando y desapareciendo estas actividades, quedando en el imaginario de los que fueron conformando la veterinaria militar un vago y neblinoso recuerdo plasmado en una misa por los que ya no están entre nosotros y con una comida de hermandad para seguir estrechando lazos de amistad entre los que se encuentran en activo y en diferentes situaciones administrativas. El recambio generacional es muy enriquecedor, y así lo debemos ver y comprender.
No hace falta ser un Séneca para darse cuenta que la sociedad evoluciona y que se modifican las escalas de valores, que el hecho religioso adquiere tibieza en muchos de sus componentes y que aquellos otros que tienen una fe arraigada no encuentran eco para seguir unidos bajo el patronado de la Inmaculada Concepción. Esta atenuación del hecho religioso y de la cohesión corporativa merece que le prestemos atención.
Ante estas circunstancias es interesante que meditemos el camino a seguir. Hace seis años declaré, durante el duodécimo congreso de veterinaria militar, que cada 15 de junio se celebrase el día de la veterinaria militar, fecha en la que la reina Isabel II firmó en 1845 el documento que le presentó el general Narváez para la creación del Cuerpo de Veterinaria Militar.
Ese «Día de la veterinaria militar española» podría estar lleno de contenido pues se podría hacer coincidir la última sesión, del tradicional y bien asentado Ciclo de conferencias del CEMILVET, con el día de puertas abiertas. Se podría organizar una jornada específica sobre asuntos de interés de la veterinaria militar, e incluso finalizar con un acto a los caídos. El acto social, o la comida de hermandad, vendría de la mano; todo ello no supondría coste para los presupuestos de la Inspección General de Sanidad. Con este sencillo giro la veterinaria militar podría salir reforzada. Creo que merece ser meditada esta propuesta bajo el mandato de nuestro General Veterinario, aunque, a día de hoy, sigo siendo partidario de mantener la tradición de la celebración de la Inmaculada Concepción, Patrona de la Veterinaria Militar Española.
Os mando un abrazo.
Luis Ángel Moreno Fernández-Caparrós General Veterinario (r)
Académico de Número
Real Academia de Ciencias Veterinarias de España