Nuestra intrépida corresponsal la Amiga María Cinta Mañé, que por todos los sitios indaga, nos hace llegar la siguiente noticia para su difusión:
Colección de dibujos zoológicos de Ángel Cabrera Latorre (Madrid, 1879 – La Plata, Argentina, 1960), en el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales
Las 38 láminas de dibujos acuarelados realizados por el zoólogo y paleontólogo Ángel Cabrera Latorre, custodiadas en el Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, acaban de ser restauradas.
Más allá de la artística y precisa ejecución del conjunto, destaca su valor científico y taxonómico. Las láminas, pintadas entre 1903 y 1910, todas firmadas, recrean en su hábitat mamíferos de épocas pretéritas, desde el período Terciario (60 millones a.C.): animales raros, extinguidos y fósiles; y añaden una cartela informativa, mecanografiada por la mano del autor, de gran valor documental: nombre vulgar y científico del ejemplar, procedencia, especie y comentarios u observaciones sobre su número, color, tamaño, conducta, alimentación o causa de extinción.
Cabrera Latorre, hijo del primer pastor protestante de España, doctor en Filosofía, culto, premonitorio -desde joven abogó por la defensa de reservas en los espacios naturales para proteger los ecosistemas nativos-, observador y excelente dibujante, dedicó su vida entera al estudio de la zoología, especialmente a la mastozoología.
A los 18 años, ya había publicado un trabajo sobre los chimpancés en las Actas de la Sociedad Española de Historia Natural; y en 1902, con el apoyo del entonces director del Museo de Ciencias Naturales, Ignacio Bolívar, ingresa en el Museo, donde trabajará hasta 1925, año en que se establece en Argentina. En el Museo de La Plata, a propuesta de Ramón y Cajal, dirigirá el departamento de Paleontología y realizará importantes aportaciones sobre la fauna fósil del cono Sur como el Megaterio o el descubrimiento del primer dinosaurio del Jurásico suramericano, alcanzando también a peces, anfibios y reptiles.
Cabrera, además de un feraz investigador respetado por la comunidad científica, fue un gran divulgador. En sus más de 25 libros y centenares de artículos, su lenguaje, sin perder el rigor científico, intenta ser inteligible y sencillo. En la voluntad de Ángel Cabrera estaba el escribir para todos y sus magníficos dibujos a plumilla o acuarela favorecían este propósito.
Su faceta artística le sirvió no sólo para ilustrar sus propios trabajos, sino que, a petición de muchos de sus colegas, colaboró en la iluminación de otros textos zoológicos. No obstante, los logros de este paleontólogo fueron tantísimos, que su vertiente de dibujante siempre aparece mencionada en segundo lugar.
Ahora recientemente restaurado, el bellísimo fondo de 76 dibujos de mamíferos de Ángel Cabrera Latorre, del Archivo del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha sido incorporado a Simurg –Fondos Patrimoniales Digitalizados del CSIC-, y luce en todo su esplendor porque su violín de Ingres, felizmente para él, estaba perfectamente entreverado en su ocupación principal.
Mónica Vergés Alonso, responsable del Archivo del MNCN
