A primeros de año dimos cuenta de la publicación del libro “Animales in Harena” cuya autora, María Engracia Muñoz-Santos, forma ahora parte del grupo de Amigos de esta web, cada vez más heterogénea en la formación de sus miembros, lo que nos encanta y enriquece.
Tenía pendiente escribir unas palabras sobre el libro, resultado del trabajo fin de máster de la autora (máster interuniversitario en Mediterráneo Antiguo), para plasmar mis impresiones sobre él. Reconozco que abordé su lectura con muchas ganas por varias razones, entre las que se incluye leer sobre la antigua Roma en un momento en el que me sentía muy cercana a ella, tras la publicación de nuestro libro sobre la veterinaria grecorromana. Pero también debido a la naturaleza de los animales objeto de este trabajo, animales exóticos que eran capturados a mucha distancia y que debían ser transportados hasta Roma y allí mantenidos y cuidados hasta el momento del espectáculo. Es razonable pensar que la figura del veterinario sería imprescindible en alguna (o todas) las fases de este proceso, una faceta del veterinario romano que nosotros todavía no hemos estudiado.
A lo largo del libro vamos conociendo distintas características de los espectáculos y el papel de los animales en ellos. Las venationes (caza de fieras) o la damnatio ad bestias (utilización de animales salvajes para la ejecución de condenados a muerte), fueron exhibiciones muy apreciadas por los ciudadanos romanos. Manejando multitud de fuentes de diversa naturaleza, la autora detalla los distintos métodos de captura (alguno realmente ingenioso), los encargados de llevarlas a cabo, el transporte en barco de los animales capturados y su estancia en Roma donde debían ser alojados, alimentados y cuidados adecuadamente, pues no debemos olvidar que debían llegar al circo en buenas condiciones. Se hace referencia a varios cuidadores y a un medicus veterinarius que pudo encargarse de estos animales en Roma.
Es un libro muy ameno, interesante, que se lee de una sentada, acompañado de una elegida iconografía que nos muestra lo que María Engracia describe en el texto y de una completa bibliografía. Un libro escrito por una autora no veterinaria, con una formación de letras, y que precisamente por ello no centra el estudio en la figura del veterinario y su actuación. A cambio, obtenemos una visión más amplia de los diversos espectáculos, la consecución de los animales e incluso, en el caso del Coliseo, de la preparación necesaria del recinto para minimizar todo lo posible el peligro para los espectadores, o la manera de conducir los animales hasta la arena. Una visión enriquecedora que me ha dejado con ganas de más y que me gustaría tuviera continuación investigando la figura de las personas que cuidaban de esos animales exóticos.
Una buena lectura para esas semanas de descanso estival, ahora que el libro se ha reimpreso después de agotarse a los pocos meses de ver la luz.
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