Afortunadamente nuestros ancestros tuvieron la feliz idea de guardar en una institución de ámbito nacional, como la Biblioteca Nacional de España, al menos dos ejemplares de todo lo que se ha publicado en España. Con una medida tan simple y mucho tiempo hemos llegado a tener una de las mayores y más importantes bibliotecas del mundo, a pesar de que esté crónicamente infradotada económicamente e infraconsiderada por la mayoría analfabeta de nuestro país.
Posteriormente la idea se amplió a todo tipo de material, desde discos a carteles, periódicos, revistas, etc., posiblemente previendo la acelerada obsolescencia de todo lo que nos rodea. También se ha demostrado lo acertado de la idea.
Finalmente la digitalización de sus fondos nos está haciendo la vida más fácil a los historiadores, que ya podemos trabajar desde casa.
Y ahora acabamos de enterarnos gracias al Blog de la BNE que se están recogiendo todas las páginas web completas y sus contenidos, cuya raíz final sea .es, y como ya se ha completado las del año 2016, con buenas razones pensamos que hemos pasado a formar parte del patrimonio de nuestra BNE. Y esto ya lo habían puesto de manifiesto los historiadores, completamente conscientes de que mucho patrimonio intelectual vertido en el “ciberespacio” se perdería si no era recogido, catalogado y archivado.
Enhorabuena pues, una vez más, a nuestra BNE y a las mentes preclaras y bien dispuestas que lo han hecho posible.
Es una excelente noticia. Doy fe de lo bien que funciona la Biblioteca Nacional. Seguro que el Real Colegio-Escuela de Veterinaria de la Corte tuvo algo que ver; y esto lo digo en serio.
Dr. Caparrós
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