Continuando con los hallazgos de esta exposición, que comenzamos a relatar ayer, hoy queremos centrarnos en la vitrina que contenía material de laboratorio, también de la Facultad de Veterinaria, en muy buen estado.
Lástima que sus responsables no se afanen en preparar, potenciar y mantener un museo veterinario (o el correspondiente apartado) ya sea en la Facultad, o en su defecto en el edificio Paraninfo, en el centro de la ciudad. En todo caso, para conocer el patrimonio cultural de la Universidad de Zaragoza, y especialmente el Veterinario, se puede visitar su PÁGINA WEB.
En esta vitrina, mezclados están los útiles de microscopía, microscopios, microtomos, frascos para tinciones, preparaciones, etc. Muchos de nosotros los utilizamos en prácticas….
En esta otra vitrina, se pueden encontrar un estuche de cirugía de inicios del s. XX, un aparato de terapia electroconvulsiva (que no sé muy bien qué hacía en la Facultad de Veterinaria…), otro estuche quirúrgico del s. XIX, una estufa de cultivos de fin del s. XIX y, por supuesto, un ENORME EMASCULADOR.
Finalmente, en dos vitrinas podía apreciarse una colección de modelos anatomicos de diversa procedencia.
Mis felicitaciones más efusivas a la Universidad de Zaragoza. “Somos lo que recordamos”.
Gracias por esta excelente información de la exposición, rara avis respecto a cuestiones de historia de la veterinaria.
Felicitaciones
¡Excelente el reportaje!
¡Queremos más!
No os olvidéis de los bustos dedicados a ilustres profesores de Zaragoza, y tampoco de la capilla de la Facultad ÚNICA EN SU GÉNERO pues ninguna Facultad de Veterinaria de las existentes en España puede presumir de tener un altarcito dedicado a San Francisco de Asís, patrón de los veterinarios españoles.
Os felicito a Cinta y a tí.
Dr. Caparrós
Me encantaron estas dos últimas entradas a la web.
Este tipo de exposiciones son la mejor forma de acercar la historia de nuestra profesión al público en general.
¡¡Enhorabuena por el reportaje!!.
Apertas dende o Finis Terrae
Ya me gustaría a mí que hubiese más. Pero los anteriores da la sensación de que han tenido que esperar 475 años para poder hablar de esta exposición. Y ni el conejo de Duracell aguanta tanto.
Pero si por mí fuera…..