CARTA ABIERTA A LOS AMIGOS DE LA HISTORIA DE LA VETERINARIA
Mis queridos “Amigos…”:
Se me podrán criticar muchas cosas pero sobre amistad y agradecimiento no. Por este motivo no quiero que pase desapercibida esta noticia que, aunque tiene carácter doméstico para los “Amigos de la Historia de la Veterinaria”, es importante para la nueva vida que emprenden nuestros protagonistas desde este primero de abril.
Tanto Cinta como Miguel Ángel han decidido voluntariamente cesar en sus actividades docentes y profesorales en la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Extremadura. Con la satisfacción del deber cumplido han fijado su residencia definitiva en Zaragoza, dejando atrás su casa de Trujillo y su bien nutrida biblioteca donde tantas horas han pasado preparando sus lecciones y buceando e investigando sobre la apasionante historia de las Ciencias Veterinarias.
Doy fe que han sido muchos años dedicados en cuerpo y alma a la docencia. Durante tan dilatado periodo de tiempo (más de treinta años) han empeñado su tiempo en enseñar y preparar, de forma activa, a sus alumnos para facilitarles la labor de enfrentarse eficazmente con la realidad de la profesión veterinaria. Para aquellos otros que decidieron alcanzar el grado de doctor no pasó desapercibido el método que utilizaron con ellos. Ambos se entregaron de forma generosa a esta labor; nos hicieron pensar, dudar, buscar, revisar y redactar, verdaderamente se entregaron a la sacrificada tarea de ayudar, con estilo universitario, a los nuevos investigadores.
Apreciada Cinta, querido Miguel Ángel: pasar a otra situación administrativa no significa el abandono ni la renuncia a seguir trabajando en una parcela que siempre os atrajo, me refiero a la investigación histórica. Ahí es donde ahora vais a dar el otro “do de pecho”. Yo, como uno más de vuestros amigos, nos vamos a beneficiar mucho y, además, nos vamos a divertir.
Para terminar os animo (ya sé que no hace falta que os lo diga) a que sigáis tan inquietos. En esta nueva etapa de vuestras vidas descubriréis un nuevo mundo, y además no tendréis tiempo para hacer todo lo que deseáis. Os lo dice un veterano. Os pido disculpas por esta iniciativa que he tomado de mandar una carta abierta a los “Amigos…”, pero la vida se hace con pequeños detalles y este es uno de ellos.
Os felicito de nuevo por la decisión que habéis tomado, os mando un fuerte abrazo y quedo, como siempre, a vuestra disposición.
LUIS
Madrid, 5 de abril de 2017
Carta desde la “Bola del Mundo” rodeado de nieve en Navacerrada (Madrid)