Apreciados amigos de la historia de la veterinaria:
Hoy quiero compartir con vosotros algunas observaciones referentes a la excelente lámina que ilustra el libro «Sanidad del caballo y otros animales sujetos al arte de albeyteria», obra escrita por Salvador Montó y Roca en 1742.
Aunque el original fue colocado en la puerta de su casa en 1729 lo cierto es que cuando publica su libro la incluye, más perfeccionada, entre las páginas 214 y 215, diciendo:
Esta lamina yà la dì à la luz publica el año 1729 poniendola à la vista de todos en un lienzo en la entrada de mi casa, de donde se sacaron algunas copias; y para que se puedan sacar otras muchas, sin nessesitar de acudir al original de mi casa, me ha parecido conveniente colocarla en este tratado, para mayor instrucción, y complemento de esta obra; advirtiendo, que và enmendada, y corregida en algunas circunstancias, de que carece la pintura, y primer dibujo.
En los ángulos de la citada lámina figuran cuatro imágenes que ni en el original ni en las ediciones facsimilares se aprecian con claridad los nombres de los personajes. Para nuestros seguidores y personas curiosas les diré que se tratan de los siguientes:
Margen superior izquierdo: Hipócrates (c. 470-361 a. J.C.).
Margen superior derecho: Absirto (sobre 330 d. J.C.)
Margen inferior izquierdo: Hierocles. (Fue el Pablo de Egina de la medicina veterinaria)
Margen inferior derecho: Theomenesto.
El «Diccionario de la bibliografía agronómica» de Braulio Antón Ramírez, publicado en 1865, aclara en la página 384 los nombres de los personajes. Personalmente siempre tuve dudas si Absirto era Galeno o al revés.
Cabe preguntarse ¿Por qué Montó y Roca escogió a estos personajes y no a otros?
Absirto o Apsirto, era un Hipiatra griego, natural de Prusa según unos, o de Nicomedia, según otros. Vivió en la época de Constantino el Grande (año 330 d. J.C.) con cuyo ejército parece que combatió en Escitia a las orillas del Danubio. Escribió una obra sobre las enfermedades de los caballos y un tratado de zoología.
Tras Absirto viene Hierocles, que tiene el mérito de haber reunido las cartas de Absirto y los fragmentos de cartas de los demás autores griegos y romanos entre los que citamos a Pelagonio, Eumeles, Theomenestes e Hipócrates, y con menor importancia a Anatolio, Tiberio, Didino, Agathotychus, Africano, Demócrito y otros más que no hacen sino repetir a Absirto.
Para conocer y saber más os remito al libro “Historia de la veterinaria grecorromana”, recientemente publicado por el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Extremadura. Son sus autores la Dra. Cinta Mañé Seró y el Dr. Vives.
Cortesia y propaganda del Dr. Caparrós.
Estimado Dr. Caparrós:
Deduzco del texto que cuando citas a Hipócrates te refieres sin duda a Hipócrates de Cos; así lo indica la datación. Sin embargo, nuestro deber como veterinarios estudiosos de nuestra historia es no olvidar a otro Hipócrates. Conocida es la confusión existente entre Hipócrates de Cos y el hipiatra Hipócrates, datado el siglo IV d.C., e incluso la atribución al primero de trabajos del segundo.
Si tenemos en cuenta los otros tres personajes que aparecen en la lámina, rápidamente encontramos sus rasgos comunes: tanto Apsirto como Hierocles y Teomnesto vivieron en el siglo IV d.C. y los tres contribuyen de manera importante a esa gran recopilación de textos griegos que es la Hipiátrica. Puesto que el hipiatra Hipócrates vivió en la misma época y su obra forma parte también de la Hipiátrica, parece razonable pensar que el personaje así identificado en el margen superior izquierdo de la lámina sea Hipócrates el hipiatra.
Ya me dirás tu opinión al respecto.
Es un placer ver un análisis tan completo de esta lámina, puesto que es el escudo de nuestra asociación valenciana.
Un saludo y seguid así!
Apreciada Dra. Mañé Seró:
No puedo estar más de acuerdo con su acertada observación y la acepto con espíritu deportivo.
Se trata del hipiatra Hipócrates. Al fin y al cabo “hippo-crates” no era, ni más ni menos, que un sanador de caballos.
Reciba un atento saludo.
Para el Dr. Jordá Moret mi afectuoso recuerdo.
Dr. Caparrós