La Librería Nicolás Moya es un establecimiento fundado en 1862. Está situado en la calle Carretas, 29, a medio camino entre la Puerta del Sol y la Plaza Jacinto Benavente. Se especializó desde su fundación en la venta de libros de Medicina, aunque con el paso de los años fue ampliando su fondo hacia otras áreas científicas o profesionales, como la ganadería, agricultura, náutica o Veterinaria llegando a ser, en este último caso y durante muchos años, una de las mejores librerías del sector).
Los profesionales de la medicina animal tenemos que estar agradecidos a esta Librería, pues durante más de un siglo fue el lugar donde los docentes de las Escuelas-Facultades de Veterinaria, y por extensión los veterinarios, hallaban las últimas novedades de las Ciencias Veterinarias.
Su renovado catálogo de obras de veterinaria estaba presente en las clínicas, consultorios, laboratorios y departamentos de los Ministerios de Agricultura y Defensa. Cualquier duda era resuelta con inmediatez por el dueño o sus hijos. Los que vivíamos fuera de Madrid, en la diáspora más alejada de la capital de España, teníamos una parada obligada en la casa de Nicolás Moya para conocer los últimos adelantos de cualquiera de las especialidades veterinarias. El trato siempre fue exquisito.
Conocí a varios catedráticos de las facultades de Madrid, Zaragoza y León que mantenía relaciones profesionales y de amistad con los responsables de la librería. Creo que esta casa ha contribuido muy eficazmente a la formación continuada del veterinario. La misma Librería colocó en la entrada principal de la Facultad de Veterinaria varios expositores con las obras más actuales de la medicina animal y de otras especialidades veterinarias. De este modo los estudiantes, y los veterinarios que asistían a cursos de perfeccionamiento, podían darse cuenta de las novedades editoriales. Siendo estudiante me acercaba a la casa “Felipa”, en la calle de los libreros, para adquirir los libros de texto al mejor precio; pero siendo ya veterinario en ejercicio me vi obligado a visitar con asiduidad la casa de Nicolás Moya. Estar al día pasaba por adquirir los mejores y más actualizados libros, o estar suscrito a las revistas profesionales que siempre ofrecía la Librería de Nicolás Moya.
En el año 2012 se cumplió el sesquicentenario de esta empresa que tan bien sirvió a los intereses de la medicina animal en cualquiera de sus especialidades. Personalmente recomiendo hacer una visita presencial a esta casa para contemplar su fondo documental del que, les adelanto, quedarán sorprendidos.
Verdaderamente creo que esta Librería forma ya parte de la historia de las ciencias veterinarias. El próximo año se cumplirán los 155 años de su inauguración. Hoy es de justicia recordar la Librería de Nicolás Moya.
Cortesía del Dr. Caparrós
Tomo tu palabra Miguel Angel. Un bibliófilo como yo no puede ignorar tamaña Alejandria veterinaria …
Vicenç