En su página de facebook, el Museo del Prado publica lo siguiente:
Tal día como hoy en 1598 nacía en Fuente de Cantos (Badajoz) Francisco de Zurbarán, uno de los máximos representantes de la pintura española del Siglo de Oro. Formado y con taller estable en Sevilla, en 1635 llega a Madrid invitado por su amigo Velázquez para participar en la decoración del Palacio del Buen Retiro; momento en que conoce e incorpora nuevas posibilidades pictóricas.
Aunque algunas de sus obras puedan resultar algo torpes, especialmente aquellas de composiciones y perspectivas más complejas, resultó ser un fiel intérprete de la naturaleza y del sentimiento monástico. Sus obras más acertadas son las de máxima simplicidad, solamente con una figura y sin referencias espaciales. Uno de los ejemplos más logrados es este “Agnus Dei” (h. 1635-1640), una obra de extraordinario misticismo, en la sutil frontera entre la pintura de género y la temática religiosa. El dominio descriptivo de la figura y la concentración expresiva, son muestra de la madurez y calidad que ha alcanzado el artista. Extraordinariamente iluminado con una luz que remite a Caravaggio, las sombras dirigen la atención hacia la mansedumbre del animal que parece aceptar su fatal destino. La actitud del carnero, en referencia a otras representaciones de mártires y santos, debía guiar al espectador del siglo XVII hacia una interpretación de la obra en clave religiosa.
Pensamos que es una buena ocasión para releer los trabajos del amigo Miguel Ángel Aparicio sobre la obra de este pintor desde una perspectiva zootécnica, que se encuentran depositados en su estantería en esta web, en el siguiente ENLACE